Visión infantil
Los niños que tienen problemas de visión no diagnosticados pueden
experimentar baja autoestima. Pueden sentirse frustrados con más facilidad,
tener dificultad para concentrarse en la lectura,
experimentar dolores de cabeza frecuentes o frotarse los ojos hasta sentir
ardor. Una vez que se corrige su visión, los niños con anteojos andan con la
cabeza erguida y proyectan confianza, siempre que sus padres muestren una actitud
positiva y les brinden apoyo.
Actualmente existe una gran inquietud de los padres de familia acerca de cómo detectar problemas visuales y cual es la forma de atenderlos.
Aquí les presentamos fragmentos de una entrevista muy interesante realizada a uno de los optometristas más destacados de Europa.
Francisco Daza es Optometrista, especialista en Contactología y, en la
actualidad, director del Instituto Varilux.
Prevenir y tratar los problemas
derivados de la salud visual de los niños es su principal preocupación. Por
este motivo, insiste en que las personas que estamos habitualmente con ellos
debemos estar muy atentos a su comportamiento para detectar de forma precoz los
problemas visuales en la infancia. Su corrección temprana evitará problemas en
la escuela relacionados con el aprendizaje, la atención y la concentración.
¿Cómo pueden detectar los padres
un problema de visión en su hijo?
Es muy importante que los padres puedan detectar de manera precoz un
problema de visión en la edad escolar. A partir de los 4 o 5 años, el ojo
todavía no está maduro y, a partir de entonces y hasta los doce, el ojo alcanza
su plena madurez. Podemos detectar un problema observando al niño, si se pega
mucho al texto, si adopta posiciones extrañas con la cabeza de forma mantenida,
si no tiene una buena elección de los colores al pintar una casita o un
paisaje, la falta de atención, pegarse mucho a la pantalla de la computadora o
adquirir posturas viciadas a la hora de escribir. Todo esto, tanto para los
padres como para los educadores, es fundamental. De hecho, hemos trabajado con
distintas instituciones para dar estas nociones, que en la fase de aprendizaje
y muy especialmente en la lectura y en la escritura, pueden verse muy
penalizadas por problemas de visión.
¿Desde qué edad y cada cuánto
tiempo se debe llevar al niño al optometrista?
Entre los 3 y los 5 años, el ojo está todavía en proceso de maduración.
Antes de esta edad no es fácil, a pesar de que existen test, medir la agudeza
visual. Pero, a partir de los 5 o 6 años, el ojo ya ha adquirido su madurez y
el niño puede llegar a identificar movimientos, leer y facilitar la
interpretación de ciertos objetos proyectados. Esta sería la edad ideal para
llevar al niño al oftalmólogo, pues coincide el inicio de la escolarización con
una mayor exigencia. A partir de aquí, cada año, es aconsejable que un
especialista realice una valoración de la visión.
¿Cuáles son principales
problemas de visión en los niños?
Pueden ser refractivos o de graduación, entre los que se incluyen la
hipermetropía, el astigmatismo y la miopía, y que representan el 20 por ciento
en la edad escolar. Cuando estos defectos visuales no están bien corregidos,
derivan en otros problemas como el ojo vago o la ambliopía y el estrabismo.
Concretamente, éste último representa el 12-15 por ciento de los casos en los
años de la escolarización. La buena corrección del estrabismo mediante cirugía
nos va a permitir tener un ojo completamente funcional, no sólo corregido
estéticamente, sino también a nivel visual. El riesgo del estrabismo sucede
cuando uno de los ojos se desvía y pierde estímulo. Entonces, se convierte en
un ojo vago. En otros casos, el ojo vago se produce cuando existe una gran
diferencia de graduación entre los dos ojos, es decir, uno está bien y el otro
es muy miope. Esto se soluciona con sistemas ópticos y entrenamiento visual.
¿Aumentan las dioptrías en los
niños que no son tratados a tiempo?
Hay un fenómeno, que es el de la miopía escolar por adaptación al
medio. Cuando hacemos trabajos prolongados en visión próxima, tenemos un efecto
reflejo que es el de la acomodación para poder enfocar los objetos a esta
distancia corta. Si esta tarea se desarrolla de una forma prolongada podemos
ver cómo la evolución de la miopía es patente y, muy especialmente, después de
la escolarización primaria, en la educación universitaria.
¿Es recomendable el uso de gafas
desde que se detecta el problema visual en los niños?
Sí, llevar la visión corregida mediante gafas es lo más conveniente
desde el principio. Hay muchos niños hipermétropes, que gracias a haber llevado
las gafas de pequeños, ya no las necesitan de adultos. Las gafas son el método
más sencillo para atajar el problema.
¿Es recomendable la cirugía
refractiva para corregir los problemas de visión en los niños?
La cirugía refractiva no es recomendable para los niños porque a una
edad temprana el ojo no ha alcanzado su maduración. Sólo está indicada en los
estrabismos. La cirugía que sirve para quitar dioptrías depende de la
fisiología del ojo y del espesor corneal. A los 18 o 20 años podríamos valorar
la conveniencia de una cirugía refractiva en casos especiales. Sólo, a partir
de la mayoría de edad, tenemos un ojo desarrollado funcionalmente y maduro, no
antes.
¿Cómo podemos prevenir los
problemas visuales en los niños?
Más allá de las dietas y de una vida sana, la mejor prevención es la
información. Las personas que están continuamente con ellos deben observar los
signos. Si a un niño le duele la cabeza de forma frecuente y reconoce el dolor
entre los ojos, en las sienes o en la nuca, o guiña los ojos o, después de
estar jugando a un juego común con otros niños, pierde la atención o el interés
pronto estamos ante un problema visual. Existe una relación directa entre
ciertas áreas del aprendizaje que se pueden ver afectadas por problemas
visuales y los malos resultados académicos en el aula. El ser humano recibe el
90 por ciento de la información del entorno a través del sistema visual. En las
primeras fases de la escolarización, tenemos que aprender muchas cosas y la
exigencia del sistema visual es muy alta. Cualquier alteración debe ser
fácilmente identificable. Entre el 15 y el 20 por ciento de las bajas en el
rendimiento académico se debe a problemas de visión.
¿Las nuevas tecnologías afectan
también a la salud visual de los niños?
Las nuevas tecnologías pueden ser unos perfectos aliados de la visión.
De hecho, estudios recientes avalan su función terapéutica cuando tenemos algún
problema de fijación, de seguimiento o de agudeza visual. El problema reside en
el tiempo, que puede dar lugar a problemas de cansancio visual o fatiga, que se
manifiestan con picor o sequedad ocular. Cada 2 o 3 horas de trabajo en
pantalla deberíamos tener unos 10 minutos de descanso y esto no se cumple en
absoluto, es decir, con más de 2 o 3 otras de trabajo en pantalla ya estaríamos
produciendo cansancio visual.